Para ayer, sábado, los del piso Arcodaci decidimos preparar la comida e invitar a las compañeras y compañero del piso Umberto I, a Nino, a Federica y al abogado Chiofalo, en cuyo despacho hace sus prácticas Mercedes.
No teníamos una cacerola lo suficientemente grande como para hacer un arroz caldoso para doce, pero Federica y Nino nos prestaron una de tamaño industrial. Ahí debía de caber comida como para 40 personas :). Tampoco teníamos una mesa lo suficientemente grande, pero usamos la de la cocina y además creamos una zona en el vestíbulo para unos cuantos comensales más a base de mesitas pequeñas, y de alfombra, una sábana... Ahí había que comer al estilo ¿japonés? ¿griego clásico?, es decir, sentados en el suelo. Mercedes y Salma querían hacer gazpacho más que nada por nuestros invitados italianos y no teníamos minipímer, así que lo prepararon poco a poco y con paciencia en una "turmix" que tenemos en el piso. Costó lo suyo, pero salió un gazpacho bastante bueno.
El cacerolón con el arroz y las chicas preparando gazpacho |
Comida-cocina -falto yo, que hago la foto-. |
Comida-vestíbulo |
Luego, en la sobremesa, todos juntos en la cocina, comimos la tarta Sette Veli que habían traído Nino y Federica. Y se habló ¡en italiano!
La tarta "Sette veli" (siete velos), típica de Palermo Riquísima ¡Gracias! |
La sobremesa
Y por último, cuando se marcharon los invitados italianos, la cocina se convirtió en un salón de belleza, preparándonos para salir. Una planchaba el pelo a otra, otra hacía de peluquera, otra de esteticista...
Tere corta el pelo a Y. |
Cristi me maquilla |
Está siendo una muy buena experiencia esta estancia en Sicilia haciendo prácticas en empresas. Las empresas están contentas con cada uno de los chicos y chicas, estos últimos comprenden ya perfectamente el italiano y lo van hablando mejor, están contentos en sus empresas, se sienten útiles y hábiles en el trabajo, han hecho amistades en el pueblo, acuden a comidas a casa de jefes, compañeros y compañeras y sus familias (sería bonito que mencionaran ellos mismos estas experiencias en el blog... sugiero), se sienten bien acogidos y algunos querrían quedarse a vivir aquí o al menos que se pudiese prolongar el tiempo de prácticas. Un buen intercambio cultural. Por mi parte, la enhorabuena a las personas, empresas e instituciones hacen posibles estos programas europeos y ojalá que sigan funcionando a pesar de la crisis económica.